Revista cultural de Finlandia. Entrevistas, artículos, noticias y
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Nina Ikonen




Actores:

Nina Ikonen



Crítica teatral:
Sueños inquietos

Representación de la Compañía Ilmatar.
Monólogos de Nina Ikonen sobre la obra de
Edith Södergran.


Director: José Herrero

Actriz: Nina Ikonen.

Compañía: Ilmatar Teatro

Lugar: Librería Tierra de Fuego, martes 28 de Junio 2011,
20.00 Horas. Madrid



Sueños inquietos

CRÍTICA

Edith Södergran (4 abril 1892 – 24 Junio 1923), la chica que adoraba leer cuentos de hadas y creció en su propio cuento de hadas.


Nina Ikonen, la actriz

La sensibilidad extremada, trémula y autocomplaciente de Nina Ikonen se enfunda esta vez los poemas lunáticos y escandalosos de Edith Södergran, la poetisa finlandesa de la precisión musical, de la intuición perceptiva para el valor de las palabras y los colores, como la crítica contemporánea se refirió a ella y a sus poemas.

Nina apareció en escena con unas mágicas alitas de hada y atravesada de agujas hipodérmicas que le inyectaban sin cesar la sensibilidad de Edith, tan dulce y acre a la vez. Su voz temblorosa de los primeros versos evidenciaba el choque con la realidad de las decenas de ojos pardos y azules, absortos, que la observaban, y la entrada en sus venas de la savia transmutada que le llegaba del pasado, de aquella riqueza y miseria de Raivola en blanco y negro, ferroviaria, de su cuna cultivada, de su anacrónico y vetusto sueco, su lengua vernácula.

Y es que son los poemas de Edith S. un coletazo modernista en un pedazo de Finlandia que hoy ya no lo es, emanados en un idioma que no es el finés sino el sueco anquilosado de los suecohablantes de Finlandia, gestados en una pequeña localidad que no es más que un barrio lejano de San Petesburgo.

Con la fuerza y libertad de su métrica, de la musicalidad de su rima difusa, Nina se transforma en Edith, tan desesperada, tan vital y tan enferma de sensibilidad ... y de pasión, escenificando el tránsito de la sensación de niña a la sexualidad de una mujer, desprendiéndose de sucesivas sayas-etapas, que van cayendo como las escamas de los ojos de un ciego, hasta que el alma ve, en un postrer entendimiento de la vida que Edith ya no pudo experimentar y que la actriz interpreta con unos pases de baile flamenco elegantísimos, que lejos del desdoro que pudiera suponer ese inciso en una poesía que apenas conoció el sur, la lustra con el latigazo fugaz de la sexualidad no satisfecha, no culminada, pero expresada en toda su intensidad por una actriz que ama su obra y su vida desdichada.

La interpretación no se presta a lecturas fáciles o a espectadores insensibles, que pueden sentirse fuera de la onda con la que nos envuelve la actriz. Es necesaria una actitud infantiloide, casi bobalicona, para que el flechazo lírico atraviese el miocardio del que ve y escucha y ya no se volverá a recobrar del todo hasta que la luz vuelva a su intensidad del principio, hasta escuchar de nuevo los comentarios de otros espectadores, a oír de nuevo el trasiego de los ruidos de la calle.

Un trabajo bien construido, una buena ambientación escénica y una originalidad apreciable en la expresión de las sensibilidades de la poetisa han dado como resultado una interpretación para recordar y una poesía para descubrir.


Edith Södergran, la poetisa

Su poesía ha influenciado a muchos poetas, y Södergran es considerada hoy como uno de los más grandes poetas modernistas suecos. Sin embargo su producción literaria comenzó siendo en alemán, inspirada e influenciada por Nietzsche y su ateísmo, así como una parte muy significativa de su obra.

Nacida en San Petersburgo y fallecida en Raivola, E. Södergran (1892-1923) sólo tuvo hasta los 31 años para dejarnos su legado, sus sentimientos, su soledad y su pena. Tal vez su carácter, su fuerza, fuera un rasgo congénito, forjado en Raivola, entre fineses, rusos y suecos, entre los raíles y el trasiego de gentes acostumbradas a mudarse por los avatares de las guerras y a sufrir.

Después de varias estancias en sanatorios en Suiza, Edith retornó a Raivola. Aislada con su lengua materna en un entorno finés y ruso, por su incomprendida actividad literaria y por su enfermedad, su poesía representaba su abreacción emocional, descargando esa tensión emocional producida por la represión de sus actos, reviviendo la experiencia emocional y verbalizándola por escrito.

Edith hablaba un sueco anticuado, a menudo gramaticalmente incorrecto. No por casualidad la mayoría de sus poemas de juventud fueron escritos en alemán, una lengua que dominaba mejor que el sueco.

De nuevo a solas con su sueco y su enfermedad, procedió a infundir a la lengua sueca una fresca y vigorosa musicalidad, y con su conocimiento del alemán, ruso y francés potenció su elocuencia, floreciendo como uno de los grandes poetas suecos hasta su muerte a los 31 años.

Cuando un lugareño de su pueblo mató a su querido gato Tottie, de una horrible manera, Edith se quedó destrozada. La imitaban su manera de andar, su manera de estar quieta, mirando fijamente al cielo en silencio.

La solitaria Edith supo que estaba destinada a morir joven y sin conocer el amor de un hombre, a pesar de su marcado erotismo. Edith murió un día de verano de 1923, consumida por la tos sangrante de la tuberculosis que la aquejó desde adolescente, mientras cuidaba a besos a su padre enfermo.

Su biógrafo Gunnar Tideström ha escrito que la inmedible autoaseveración de su poesía ha impactado a ciertos lectores hasta hacerles creer que es patológica.

La mayor parte de sus cartas fueron quemadas por su madre, a instancias de Edith, las pocas que existen han sido publicadas en Estocolmo y editadas por Agneta Rahikainen.




José Luis Muñoz Mora
Madrid, julio 2011


Sueños inquietos, textos de Edith Södergran


Nina Ikonen



Director de escena y dramaturgia:
José Herrero

Compañía:
Ilmatar Teatro


F I N L A N D I A, portada

En español está disponible la siguiente bibliografía:

  • Antología poética (traducido por Jesús Pardo). Visor, Madrid 1992. ISBN 84-7522-283-8
  • Edith Södergran. El corazón desmedido (traducido por Carmen Díaz de Alda Heikkilä). Torremozas, 1992. ISBN 84-7839-089-8